Hay varias áreas de la vida cotidiana en las que pueden y deben introducirse cambios para ayudar a manejar los síntomas de la insuficiencia cardíaca y controlar su progresión. El diagnóstico de insuficiencia cardíaca no tiene por qué ser una sentencia de muerte y la adopción de conductas saludables en algunas áreas clave puede garantizar una vida más larga y de mayor calidad.
Pesar cada mañana
Al levantarse por la mañana y después de ir al baño, súbase a la báscula (preferiblemente sin ropa). Pesarse todos los días a la misma hora y en las mismas circunstancias garantiza un seguimiento preciso del aumento de peso. El aumento de peso es un signo precoz de la aparición de los síntomas porque indica retención de líquidos.
Lleve un registro diario del peso. Si aumenta más de 2 libras en un día o 5 libras en una semana, llame al médico. Si el aumento de peso es repentino, compruebe si hay hinchazón en los tobillos, las pantorrillas y el vientre antes de llamar, ya que el médico le preguntará por ello.
Controlar la tensión arterial
Además del peso diario, controle la tensión arterial. Una tensión arterial elevada puede sobrecargar el corazón y debilitar aún más el músculo. La tensión arterial debe tomarse una vez al día, aunque en momentos aleatorios a lo largo del día. No sólo por la mañana, como el peso. Anote también en una tabla la tensión arterial y la hora a la que se la toma.
Pida consejo al proveedor o al farmacéutico sobre cuál es el mejor tensiómetro y obtenga instrucciones sobre cómo utilizarlo. Si se lleva el tensiómetro a la consulta, la enfermera del proveedor puede mostrarle cómo utilizarlo correctamente.
Heart Healthy Diet
Dieta cardiosaludable
Coma alimentos frescos e integrales preparados en casa en lugar de comidas rápidas y muy procesadas. Esto limitará el sodio (sal) y reducirá la grasa y el colesterol. Una dieta cardiosaludable es esencial para las personas con insuficiencia cardíaca y, ante todo, empieza por mantener la ingesta de sodio por debajo de 2.000 mg al día.
Donde va la sal, va el agua. Por tanto, cuanta más sal se consuma, más agua se retendrá con ella. La acumulación extra de líquido en el organismo empeorará la insuficiencia cardíaca porque el corazón tiene que trabajar más para expulsar todo ese exceso de volumen de líquido. Algunos culpables habituales del alto contenido en sodio son:
Añadir sal de mesa a las comidas
Cualquier comida rápida, especialmente pizza y chili
Cualquier tipo de carne curada, como jamón, salchichón y cecina; cualquier tipo de carne procesada, como salchichas; y otros embutidos en lonchas (ya sean envasados o cortados en el mostrador).
Sopas
Cualquier cosa enlatada*
*Si necesita alimentos enlatados, busque los que lleven la indicación "sin sal añadida" o "reducidos en sodio" y, siempre que sea posible, enjuague el contenido antes de cocinar/consumir.
Lo más importante para ayudar a mantener una dieta cardiosaludable es aprender a leer las etiquetas de los alimentos.
Limitar la ingesta de líquidos
Esto NO significa eliminar la ingesta de líquidos. La hidratación es esencial para una buena circulación y el correcto funcionamiento de todas las partes y sistemas del cuerpo. Sin embargo, beber demasiados líquidos puede empeorar la insuficiencia cardíaca por la misma razón que el exceso de sal... Sobrecarga de volumen.
Hable con el equipo sanitario sobre qué líquidos son mejores y en qué cantidad diaria. En general, lo mejor son los líquidos claros, preferiblemente sin alcohol, sin cafeína y sin azúcares añadidos.
Agua, incluidas las aguas con gas y aromatizadas
Zumos naturales (no a partir de concentrados - fíjese en la etiqueta)
Tés y cafés sin azúcar y descafeinados
Mezclas para bebidas sin azúcar
Seltzers sin alcohol, incluidos los de sabores
Las bebidas deportivas y energéticas son NO recomendada.
Esto no quiere decir que haya que eliminar las bebidas con cafeína, los refrescos y el alcohol, pero deben reducirse considerablemente. De nuevo, hable con el equipo sanitario para que le dé recomendaciones.
Régimen de medicación
Cumpla el régimen de medicación ordenado por los proveedores. Si tiene alguna duda, coméntesela al médico antes de hacer ningún cambio. Hable siempre primero con el médico y no interrumpa bruscamente la medicación.
Dejar de fumar
Dejar de fumar y de consumir tabaco es lo más importante que puede hacer cualquier persona para mejorar su salud, especialmente quienes padecen problemas cardiacos. Hable con el equipo sanitario sobre los programas que pueden ayudarle (y que probablemente estén cubiertos por el plan de salud de su ser querido).
Ejercicio
Un poco de estrés en el corazón es bueno, incluso con insuficiencia cardíaca. El estrés inducido por la actividad (frente al inducido por el exceso de líquido, cafeína o ansiedad) puede ayudar al corazón a mantener su fuerza actual. El ejercicio también mejora otras funciones corporales que ayudan al corazón.
Hay que tener en cuenta que la salud mental es igual de importante que el ejercicio físico. Los signos de depresión o ansiedad, frecuentes entre las personas que requieren cuidados, deben comunicarse y comentarse con los profesionales sanitarios.
Vestirse para el éxito
Evite los calcetines deportivos o las medias hasta la rodilla, es decir, cualquier prenda para los pies o las piernas con una banda ajustada en la parte superior. Esto incluye los populares calcetines de compresión. Pueden restringir el flujo sanguíneo desde la parte inferior del cuerpo hasta el corazón, lo que aumenta el riesgo de que se forme un coágulo en un vaso de la pierna (lo que se denomina trombosis venosa profunda o TVP).
La excepción a la ropa ajustada para las piernas son las medias de compresión prescritas por un profesional sanitario.
Controlar la temperatura corporal también es importante para tratar la insuficiencia cardíaca. Vístase por capas, de modo que si el ambiente se calienta o enfría demasiado, pueda añadirse o quitarse ropa según sea necesario para mantenerse cómodo.
Buena higiene del sueño
Dormir bien es imprescindible para una buena salud general. Los cambios involuntarios o las alteraciones en los hábitos y patrones de sueño son un indicador precoz del desarrollo de un posible problema.
Establezca una rutina de sueño y vigilia acostándose y levantándose a la misma hora todos los días, incluso los fines de semana.
Incorporar hábitos a la rutina de sueño-vigilia (por ejemplo, realizar sistemáticamente una rutina nocturna y matutina: cepillarse los dientes, aplicarse loción, leer un capítulo, escuchar música, encender un ventilador o una máquina de ruido (si se utiliza), cerrar/apertura de persianas, estiramientos).
Mantenga la habitación oscura, fresca y silenciosa mientras duerme.
Explore las almohadas especiales diseñadas para aliviar la presión del cuello y los hombros, así como los síntomas de la apnea del sueño.
Absténgase de dormir la siesta a última hora de la tarde o por la noche.
Plan de cuidados de la insuficiencia cardíaca
Según la American Heart Association, un plan típico de cuidados de la insuficiencia cardíaca -que será individualizado por su ser querido y su equipo asistencial- puede dividirse en tres zonas:
Verde = Estable. Sin cambios apreciables en los síntomas de insuficiencia cardíaca. Peso estable. Sin dolor torácico ni dificultad respiratoria. Continúe con los controles diarios de peso, el control de la tensión arterial y el plan de tratamiento, según las recomendaciones.
Ámbar = Advertencia. Llame al profesional sanitario en caso de tos nueva, dificultad para respirar con la actividad, aumento de la hinchazón de pies o piernas, o aumento de peso repentino y significativo (remítase de nuevo a "Pésese cada mañana" más arriba). Puede ser necesaria una visita al consultorio o una visita a distancia. Es probable que sea necesario cambiar la dieta o la medicación. Siga las recomendaciones del médico y las instrucciones del plan de tratamiento.
Rojo = Peligro.Utilizar protocolos de fármacos de rescate como se indica en el plan de tratamiento (es decir, dosis adicionales de diuréticos, reposicionamiento o actividad, inhaladores u oxígeno suplementario), y considerar si se necesitan servicios de urgencia. Solicite atención inmediata en caso de aumento de peso repentino y significativo, aumento notable de la hinchazón, incapacidad para ponerse cómodo (especialmente si no puede tumbarse), dificultad para respirar incluso en reposo o tos constante y persistente (especialmente si va acompañada de esputo espumoso o de color rosado).