Su ser querido, especialmente después de años de vivir con diabetes, puede experimentar angustia o agotamiento. Los signos y síntomas de la angustia y el agotamiento pueden no ser evidentes o parecerse a los de la depresión. Sin embargo, son muy distintos entre sí, y la presencia de angustia o agotamiento no significa necesariamente que haya depresión.
Ambos factores dificultan que su ser querido controle su diabetes y mantenga un autocuidado adecuado. Para proporcionar un tratamiento adecuado y personalizado, los proveedores deben distinguir clínicamente entre angustia, agotamiento y depresión antes de planificar la atención. Si le preocupa alguna de estas afecciones, acompañe a su ser querido a una cita con su proveedor para hablar de lo que está viendo.
¿Qué es la angustia diabética?
Controlar la diabetes implica un esfuerzo importante por parte de su ser querido cada día, cada semana, cada mes, cada año, año tras año. Pueden llegar a un punto en el que se sientan agotados, frustrados o incluso enfadados porque, a pesar de sus esfuerzos, es posible que no obtengan los resultados deseados y que desarrollen problemas de salud relacionados con la diabetes a pesar de su duro trabajo.
Se sienten abrumados por la interminable gestión de la diabetes. Este trastorno es la diabetes socorro.
¿Qué es el agotamiento diabético?
Cuando la angustia por la diabetes persiste durante mucho tiempo, su ser querido puede caer en hábitos poco saludables, incluso después de años de buen control. Hábitos como dejar de controlarse el azúcar en sangre, evitar las citas, elegir con frecuencia alimentos poco saludables y no tener motivación para hacer cambios. Esto es la diabetes burnout.
¿En qué se diferencian de la depresión?
La angustia y el agotamiento relacionados con la diabetes son agudos y transitorios. En otras palabras, aparecen y desaparecen, suelen durar poco y pueden ser algo difíciles de resolver. La depresión es crónica, persiste durante largos periodos o se repite constantemente, y es difícil de resolver.
La angustia y el agotamiento relacionados con la diabetes son típicamente situacionales. Suelen aparecer cuando una persona con diabetes experimenta un estrés no relacionado, como una reparación importante en casa, un contratiempo económico, una lesión o problemas familiares. Es en estos momentos de estrés adicional cuando el control de la diabetes resulta especialmente incómodo y frustrante. A medida que la situación se resuelve, suelen aparecer la angustia y el agotamiento.
Sin embargo, la depresión se instala y permanece a lo largo del tiempo. Aunque a menudo intentamos atribuir la depresión a una situación (muerte de un ser querido, mudanza, diagnóstico de una enfermedad crónica), sabemos que la depresión es un trastorno más complejo que no tiene una causa única. La depresión no parece resolverse cuando disminuye el estrés situacional o con el tiempo y la distancia de los acontecimientos que se cree que la causan.
También hay varios tipos de depresión, según su duración, intensidad y nivel de alteración de las funciones cotidianas.
La angustia y el agotamiento por diabetes son muy reales y deben abordarse, aunque no se consideran enfermedades médicas. La depresión, en cambio, es una enfermedad médica que afecta a cómo se siente su ser querido, a su forma de pensar y de actuar. No se trata sólo de un aspecto de su vida en un momento dado, sino de todos los aspectos de su vida en todo momento.
La depresión se considera una enfermedad médica porque se producen cambios químicos conocidos en el cerebro y el cuerpo que crean sentimientos de desesperación, impulsan la pérdida de interés y alteran funciones cotidianas importantes como el sueño, el apetito y los procesos mentales. Esto crea un ciclo que persiste hasta que se rompe. Las personas no pueden simplemente decidir "salir de ello".
¿Pueden estar presentes ambos?
Absolutamente. La angustia o el agotamiento por diabetes pueden añadirse a una depresión ya existente. Por eso es tan importante que un proveedor trabaje con su ser querido. No intente diagnosticar y tratar a su ser querido usted mismo. La depresión es un diagnóstico médico, con un conjunto determinado de criterios que el proveedor utilizará para evaluarlos. Una vez identificados los problemas, el proveedor podrá trabajar con su ser querido para desarrollar un plan de atención personalizado para abordar lo que está presente.