Última voluntad, o simplemente "testamento"
Las últimas voluntades, comúnmente conocidas como "testamento", son un documento legal en el que se describe cómo deben distribuirse los bienes y propiedades de una persona a su muerte.
Se trata de uno de los documentos fundamentales de la planificación patrimonial y una herramienta crucial para que su ser querido exprese sus deseos en relación con la distribución de sus bienes, el cuidado de las personas a su cargo (si las hubiera) y otros asuntos importantes tras su fallecimiento. Sus principales características son:
Distribución de activos.* Un testamento permite a su ser querido, denominado testador, especificar quién recibirá sus bienes y propiedades tras su fallecimiento (beneficiarios). Esto incluye bienes inmuebles, dinero, inversiones, pertenencias personales y cualquier otro activo que posea.
Nombramiento de un albacea. En un testamento se suele nombrar a un albacea, también conocido como representante personal o administrador, que se encarga de llevar a cabo las instrucciones recogidas en el testamento. Las funciones del albacea pueden incluir reunir bienes, pagar deudas e impuestos y distribuir herencias a los beneficiarios. El albacea también puede ser un beneficiario.
Disposiciones relativas a la tutela. Si su ser querido tiene hijos menores o adultos que requieren tutela debido a necesidades especiales, un testamento puede designar tutores para que cuiden de ellos en caso de fallecimiento de su ser querido. Este es un aspecto importante de la planificación patrimonial para garantizar el bienestar de los hijos menores y las personas con necesidades especiales y la continuidad de su cuidado.
Deseos de funeral y entierro. El testamento puede incluir instrucciones sobre las preferencias funerarias y de enterramiento de su ser querido, como si desea ser enterrado o incinerado, y cualquier arreglo específico que desee.
Cláusula residual. Una cláusula residual, también conocida como cláusula residual, es una disposición del testamento que aborda la distribución de bienes no mencionados específicamente en el documento. Garantiza que los bienes restantes se distribuyan de acuerdo con el plan general de sucesión de su ser querido.
Trámites legales. Para ser legalmente válido, un testamento debe cumplir ciertas formalidades establecidas por la ley estatal. Estas pueden incluir requisitos relacionados con la capacidad mental de su ser querido, la presencia de testigos y la correcta firma y atestiguación del documento.
*Es importante tener en cuenta que un testamento suele pasar por el proceso sucesorioEllo puede llevar mucho tiempo y resultar costoso. Por ello, los particulares también pueden considerar otras estrategias de planificación patrimonial, como los fideicomisos, para lograr sus objetivos de forma eficaz.
Fideicomiso en vida, o simplemente "fideicomiso"
Un fideicomiso es también uno de los documentos fundamentales en la planificación de la sucesión y se utiliza para gestionar y distribuir los activos de acuerdo con los deseos de su ser querido. Un fideicomiso se distingue de un testamento por muchas características importantes, a saber, que un fideicomiso gestiona los activos mientras su ser querido aún vive y no pasa por el proceso de sucesión.
En general, un fideicomiso es un acuerdo legal por el que su ser querido transfiere la propiedad de activos a otra parte, conocida como fideicomisario, para que gestione esos activos en beneficio de uno o más beneficiarios. Los elementos clave son:
Fideicomitente. El fideicomitente es su ser querido, la persona que crea el fideicomiso y transfiere activos al mismo (lo que se conoce como "financiación" del fideicomiso). El fideicomitente define los términos del fideicomiso, incluidos los activos que se incluyen, cómo deben gestionarse y designa a los beneficiarios.
Fideicomisario. El fideicomisario es comparable al albacea de un testamento, aunque sus funciones son ligeramente diferentes. El fideicomisario, que puede ser una persona física o jurídica, es responsable de gestionar los activos del fideicomiso y llevar a cabo las instrucciones descritas en el documento fiduciario. El fiduciario tiene el deber fiduciario de actuar en el mejor interés de los beneficiarios y de administrar el fideicomiso según los términos establecidos por el fideicomitente. Es bastante común que el fideicomisario sea también beneficiario.
Beneficiarios. Los beneficiarios son las personas o entidades que tienen derecho a recibir beneficios del fideicomiso. Pueden recibir ingresos generados por los activos del fideicomiso, distribuciones del capital (los activos incorporados al fideicomiso) u otros beneficios especificados en el documento del fideicomiso. Los beneficiarios pueden ser familiares, organizaciones benéficas o incluso otros fideicomisos.
Activos fiduciarios. Los activos fiduciarios son los bienes, inversiones, participaciones, efectivo u otros activos que su ser querido transfiere al fideicomiso. El fideicomisario conserva y gestiona estos activos en beneficio de los beneficiarios. Los activos fiduciarios pueden incluir bienes inmuebles, acciones, bonos, cuentas bancarias, intereses comerciales y bienes personales.
Documento fiduciario. El documento fiduciario, también conocido como instrumento fiduciario o acuerdo fiduciario, es un documento legal que describe los términos y condiciones del fideicomiso. Especifica los poderes y deberes del fideicomisario, los derechos de los beneficiarios y la distribución de los activos. El documento fiduciario lo crea su ser querido y suele redactarse con la ayuda de un abogado (aunque no es obligatorio).
Existen distintos tipos de fideicomisos, cada uno con sus propias características y ventajas, en función de las metas y objetivos de su ser querido.
Puntos de interés
Su ser querido puede tener un testamento o un fideicomiso, o ambos, y tener ambos es habitual en la planificación patrimonial. Para más información sobre la diferencia entre ambos y cuál puede ser mejor para su ser querido, consulte nuestra Guía: ¿Debemos hacer un testamento o un fideicomiso? ¿Cuál es la diferencia?
Un testamento por sí solo puede ser suficiente, especialmente si el patrimonio de su ser querido es relativamente sencillo. Cuanto más complejo sea el patrimonio (es decir, cuantos más bienes), más probable es que un fideicomiso les sirva mejor por su flexibilidad, ahorro de tiempo y protección del patrimonio.
En la planificación del patrimonio, los fideicomisos pueden servir para varios fines que los testamentos no pueden cumplir, como evitar la legalización, financiar otros fideicomisos (para hijos menores o personas con necesidades especiales, por ejemplo), minimizar los impuestos sobre el patrimonio, proteger los activos de los acreedores y preservar el patrimonio para las generaciones futuras.
La sucesión es el proceso legal mediante el cual un tribunal valida un testamento, liquida las deudas pendientes y los impuestos adeudados por el difunto, y supervisa la distribución de los bienes a los beneficiarios de acuerdo con los términos del testamento. Si bien la legalización de un testamento es importante para garantizar que los bienes de una persona fallecida se distribuyan correctamente, hay varios aspectos de la legalización que pueden hacerla indeseable para las personas con herencias complejas.