Demencia y miedo al agua
Aunque la investigación no puede precisar exactamente por qué se produce este curioso fenómeno, está bien documentado que el miedo al agua corriente (ducharse) y/o a sumergirse en el agua (bañera o piscina) se da en muchas personas con demencia avanzada.
La aparición del miedo al agua suele ser repentina. Un día, su ser querido puede empezar a gritar o a agitarse físicamente (incluso a mostrarse combativo) cuando le abren la ducha o cuando usted quiere que se meta en una bañera llena. Los investigadores especulan con que el agua en sí puede no ser todo el problema y que las personas con demencia avanzada se resisten porque pueden:
Tienen dificultades con la percepción de la profundidad, por lo que les asusta meterse en el agua.
Se enfadan porque no sienten la necesidad de bañarse.
Sentirse demasiado vulnerable física o emocionalmente estando desnudo.
Tienen alterada la percepción sensorial, por lo que sienten que es una experiencia fría e incómoda, por muy agradable que sea la temperatura del agua.
Percibir que el agua está demasiado caliente o demasiado fría, a pesar de que la temperatura sea constante.
Recordar eventos traumáticos pasados asociados con el agua o el baño que resurgen con la demencia.
Ya no entienden lo que es el agua ni su finalidad, por lo que es un peligro para ellos.
¿Qué necesito saber?
Ante todo, es poco probable que consigas que tu ser querido vuelva a sentirse cómodo con el agua una vez que aparezca el miedo, e intentar forzarlo sólo hará que ambos estéis más ansiosos y agitados.
Desarrollar miedo al agua no significa necesariamente que la demencia esté empeorando. De nuevo, se trata de un fenómeno curioso que se produce debido a la enfermedad, pero que parece independiente de su progresión. Simplemente aparece, sin ir acompañado de otros síntomas de empeoramiento.
Comprenda que su miedo al agua y, lo que es más importante, su negativa a bañarse, es el resultado de la enfermedad y no es intencionado. Tu ser querido no está intentando conscientemente ponerte las cosas difíciles. Respire varias veces antes de enfadarse.
¿Cómo puedo limpiarlos?
Lo primero es determinar cuántas veces a la semana debe bañarse su ser querido. Es poco probable que su salud se resienta si no se baña todos los días. Siempre que tengan una buena higiene en el aseo y se cambien de ropa a diario, bañarse dos veces por semana suele ser suficiente para la mayoría de las personas mayores.
Aparte de eso, hay un par de maneras de enfocar el baño. Puedes determinar cuál es su nivel de tolerancia; por ejemplo, ¿seguirá de pie o sentado en una silla de ducha en la bañera o la ducha? Si es así, ¿aceptará que le pongas un cabezal de ducha manual o una jarra de agua? O puedes pasar directamente a utilizar una pequeña bañera con agua jabonosa y toallitas (lo que se denomina "baño de esponja" o "baño de cama", pero no tiene por qué realizarse en una cama). También puedes utilizar toallitas de baño envasadas, aunque pueden resultar caras. Cuando le des un baño de "esponja/cama", asegúrate de que las partes que no lavas están secas y cubiertas para evitar molestias y escalofríos.
Nota: Cuando utilices agua jabonosa y toallitas, asegúrate de volver a repasar las zonas lavadas con toallitas de agua corriente para eliminar los restos de jabón. Dejar jabón en la piel puede provocar sequedad e irritación.
Para el pelo, considera la posibilidad de utilizar gorros de champú sin aclarado, sobre todo si a tu ser querido le cuesta echarse agua en la cabeza. También son útiles cuando el pelo y el cuero cabelludo necesitan una limpieza, pero el cuerpo no.
También es muy importante que hables con tu ser querido mientras lo bañas. Hazle saber lo que estás haciendo antes de y asegúrate de que te prestan atención y de que estás cara a cara mientras hablas.
Un par de consejos finales... Puede ser útil darle algo para que sostenga mientras se baña: una toallita, una esponja o un biberón. Si, durante el baño, su ser querido se agita, distráigalo unos instantes y vuelva a intentarlo. Si se resiste, interrumpe el proceso de baño y vuelve a intentarlo más tarde. De lo contrario, ambos podrían acabar heridos, física y emocionalmente.