Consejos sobre los tipos de demencia
A menudo la gente utiliza la palabra "Alzheimer" cuando en realidad quiere decir "demencia". Aunque el Alzheimer es un tipo de demencia, no es el único. Existen muchos tipos de demencia y, aunque hay fuentes que afirman que hay entre 200 y 400 tipos de demencia, la comunidad médica considera que hay muchos menos, entre 7 y 13 tipos.
El Alzheimer es el tipo más común de demencia. Otros son:
Demencia vascular
Demencia frontotemporal
Demencia con cuerpos de Lewy
Enfermedad de Parkinson
Enfermedad de Huntington
Síndrome de Korsakoff
Enfermedad de Creutzfeldt-Jakob ("vacas locas")
Hidrocefalia normotensiva
Atrofia cortical posterior
Síndrome de Down
Demencia mixta
Algunos de los tipos de demencia son muy poco frecuentes, como la asociada a la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob, que sólo afecta a 1 de cada millón de personas al año en todo el mundo.
Otras están asociadas a enfermedades genéticas y, aunque tienen un mayor riesgo de padecer demencia, no todas las personas con estas enfermedades la desarrollarán. Las personas con síndrome de Down, por ejemplo, tienen un riesgo significativamente mayor de desarrollar demencia de Alzheimer o un tipo de demencia muy similar.
La demencia vascular es más frecuente como parte de una demencia mixta que por sí misma. Los expertos creen que, aunque se reconoce que la demencia vascular es frecuente, sigue estando muy infradiagnosticada.
La demencia mixta presenta dos, si no los tres, tipos de demencia de Alzheimer, vascular y por cuerpos de Lewy.
La mayoría de los tipos de demencia no pueden diagnosticarse de forma concluyente con una sola prueba. Aunque las pruebas ciertamente ayudan a hacer la determinación, la mayoría de las demencias se diagnostican basándose en el mejor juicio clínico de un médico. Un diagnóstico concluyente sólo es posible post-mortem (después de la muerte).
¿Importa el tipo de demencia?
La demencia no puede revertirse ni curarse, y existen investigaciones contradictorias sobre si puede evitarse su desarrollo o ralentizarse una vez que se ha desarrollado. Por supuesto, el tipo de demencia puede influir en las decisiones de tratamiento, aunque la mayoría de las demencias reciben un tratamiento médico muy similar.
Conocer el tipo de demencia es más útil para comprender y anticipar los síntomas asociados que los planes de tratamiento muy diferentes para cada tipo.
Conocer los síntomas de la demencia le ayudará a prepararse para hablar con su ser querido, acercarse a él y trabajar con él. También puede ayudarle a planificar los cuidados futuros.
Por ejemplo, el Alzheimer y la demencia mixta no suelen caracterizarse por un declive gradual (como una colina ondulante), sino más bien por descensos pronunciados y mesetas (como la pared rocosa de una montaña). En otras palabras, su ser querido puede funcionar a un nivel razonablemente alto durante un periodo prolongado y luego, aparentemente, incluso de la noche a la mañana, declinar de forma significativa. Luego puede funcionar a ese nivel durante un tiempo antes de volver a decaer, y así sucesivamente. Es importante estar preparado para ello.
Otro ejemplo es el síndrome de Korsakoff, que se caracteriza por la incapacidad para aprender información nueva. Usted y su ser querido pueden tener una conversación completa y coherente, que su ser querido puede olvidar rápidamente. Esto puede ser frustrante para usted, sobre todo si la conversación era importante y tenía que ver con acuerdos o decisiones sobre planes futuros, asuntos financieros o el consentimiento para hacer cosas.
Un último ejemplo es la demencia con cuerpos de Lewy, que suele considerarse el tipo de demencia más impredecible desde el punto de vista del comportamiento, pudiendo incluso presentar un comportamiento hostil y violento en la fase avanzada. Quizá le sorprenda saber que, por este motivo, muchas residencias de ancianos y centros de vida asistida no aceptan a personas con demencia de los cuerpos de Lewy. Esto se convierte en un factor importante a la hora de planificar el futuro, en caso de que su ser querido necesite más cuidados de los que puede recibir en casa.
No intente diagnosticar usted mismo los problemas de pensamiento o memoria de su ser querido. Hable con el proveedor de atención médica de su ser querido sobre sus síntomas y su riesgo de demencia, coméntele sus inquietudes sobre los comportamientos que observa en su ser querido y hágale muchas preguntas sobre cómo llegó el proveedor al tipo de demencia (si lo diagnosticó).
También es importante que la información que obtenga en Internet sobre la demencia de su ser querido proceda de fuentes de calidad, acreditadas y validadas por la evidencia. En Asociación de Alzheimer es un buen punto de partida.