Prevalencia
Las enfermedades crónicas como las cardiopatías, el cáncer, la diabetes y las enfermedades respiratorias tienen una alta prevalencia entre los adultos mayores. A medida que las personas envejecen, es más probable que desarrollen una o más enfermedades crónicas, y muchos adultos mayores viven con múltiples enfermedades crónicas simultáneamente.
Impacto en la calidad de vida
Las enfermedades crónicas pueden afectar significativamente a la calidad de vida de su ser querido al provocar síntomas como dolor, fatiga, limitaciones de la movilidad y deterioro cognitivo. Estas afecciones también pueden provocar discapacidad, disminución de la independencia y reducción de la capacidad para realizar actividades de la vida diaria.
Aumento de los costes sanitarios
El tratamiento de las enfermedades crónicas de las personas mayores representa una parte importante del gasto sanitario en Estados Unidos. Los costes asociados a hospitalizaciones, medicamentos, visitas médicas y otros servicios sanitarios para enfermedades crónicas pueden ser considerables, tanto para su ser querido (y para usted) como para el sistema sanitario.
Declive funcional y discapacidad
Las enfermedades crónicas pueden contribuir al deterioro funcional y la discapacidad de su ser querido, afectando a su capacidad para realizar tareas esenciales como bañarse, vestirse y cocinar. Las limitaciones funcionales pueden provocar una pérdida de independencia, una mayor dependencia de usted y una reducción de la calidad de vida en general.
Mortalidad
Las enfermedades crónicas son la principal causa de muerte entre los adultos mayores en Estados Unidos. Afecciones como las cardiopatías, el cáncer y los accidentes cerebrovasculares representan una proporción significativa de las muertes en esta población.
Factores de riesgo evitables
Muchos de los factores de riesgo de las enfermedades crónicas, como una dieta poco saludable, la inactividad física, el consumo de tabaco y el consumo excesivo de alcohol, son modificables (pueden cambiarse) mediante intervenciones sanitarias públicas y privadas. Abordar estos factores de riesgo puede ayudar a prevenir o retrasar la aparición de enfermedades crónicas y mejorar los resultados de salud de su ser querido.
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