A medida que su ser querido envejece, es posible que los profesionales sanitarios le pregunten si necesita ayuda con las AVD o las AIVD. Es importante que entiendas lo que significan y sepas cómo responder.
Las AVD y las AIVD representan tareas vitales clave que las personas deben ser capaces de realizar para vivir en casa y ser independientes. Mientras que las AVD son tareas básicas de autocuidado, las AIVD requieren una planificación y un razonamiento complejos. Como cuidador, es bueno familiarizarse con estos términos y las habilidades relacionadas.
AVD = Actividades de la Vida Diaria
AVD, o actividades de la vida diaria, son tareas más básicas, esenciales para una vida independiente y relacionadas con el cuidado personal.
Bañarse o ducharse: se acepta el uso de una bañera o silla de ducha y barras de apoyo.
Vestirse y desvestirse: se acepta el uso de agarraderas u otros dispositivos de ayuda.
Aseo - cuidar su aspecto personal (cara, pelo, uñas).
Traslados: ser capaz de moverse de una superficie a otra. De la cama a la silla, de la silla a la silla de ruedas, de la cama o la silla a un andador u otro dispositivo de ayuda.
Deambulación (caminar): se acepta el uso de dispositivos de ayuda.
Ir al baño: subir y bajar del inodoro, utilizarlo adecuadamente, limpiarse y manejar cualquier producto para la incontinencia. El uso de barras de apoyo es aceptable.
Comer (alimentarse por sí mismo) - puede manejar utensilios y llevarse alimentos y líquidos a la boca sin ayuda.
Para cada AVD, las personas pueden pasar de no necesitar ayuda, a necesitar un poco de ayuda o a ser totalmente dependientes. La dependencia total requiere que otras personas realicen la tarea por ellos.
AIVD = Actividades Instrumentales de la Vida Diaria
AIVD, o actividades instrumentales de la vida diaria, son tareas más complejas, asociadas en gran medida a la gestión del hogar, que requieren pensar y planificar, y siguen siendo en gran medida necesarias para la vida diaria.
Gestionar las finanzas: pagar facturas y gestionar activos financieros (cuentas bancarias, tarjetas de crédito, inversiones, propiedades).
Gestionar el transporte, ya sea conduciendo ellos mismos o siendo capaces de organizar otros medios de transporte cuando sea necesario.
Compras y preparación de comidas: todo lo necesario para llevar una comida a la mesa, así como la compra de ropa y artículos domésticos necesarios para la vida diaria.
Limpieza y mantenimiento: limpieza y reparaciones en el hogar.
Gestionar la comunicación: ser capaz de utilizar el teléfono y manejar el correo adecuadamente.
Gestión de la medicación: obtener los medicamentos y tomarlos a tiempo, según las indicaciones.
La cantidad de ayuda necesaria para las AVD y las AIVD se correlaciona con la cantidad de ayuda directa, supervisión y cuidados prácticos que se necesitan en el hogar, y puede determinar si una persona puede vivir de forma independiente.
Por qué son importantes las AVD y las AIVD
Por lo general, las personas mayores deben ser capaces de realizar las AVD y las AIVD para vivir de forma independiente sin la ayuda de otra persona. Los déficits en las AVD y las AIVD indican problemas de salud física y/o cerebral. El objetivo es asegurarse de que las personas mayores reciben la ayuda y el apoyo que necesitan para superar las dificultades en la realización de las AVD o AIVD y seguir viviendo por su cuenta con éxito y seguridad.
Mejorar el rendimiento en las AVD es el objetivo de los programas de rehabilitación y la asistencia sanitaria a domicilio. Los terapeutas trabajan los problemas de fuerza, equilibrio, funcionalidad y movilidad. Los enfermeros trabajan en todos los aspectos de la gestión de enfermedades crónicas.
Las AVD son los factores desencadenantes más utilizados por las compañías de seguros para determinar la elegibilidad para las prestaciones del seguro de dependencia.
Ningún contenido de esta aplicación, independientemente de la fecha, debe utilizarse como sustituto del consejo médico directo de su médico u otro profesional sanitario cualificado.