Qué es
Un diccionario define el estrés como un estado de tensión o esfuerzo mental o emocional derivado de circunstancias adversas o muy exigentes. En términos prácticos, podemos definir el estrés como la forma en que reaccionamos cuando nos sentimos bajo presión o amenazados y suele ocurrir cuando nos encontramos en una situación que no creemos poder manejar o controlar.
Todos sufrimos estrés, aunque podemos experimentarlo de formas muy distintas. Por ello, no existe una definición única de estrés, sino que lo desencadena una tensión o un esfuerzo físico, mental o emocional. En pocas palabras, el estrés es una reacción a una situación en la que nos sentimos ansiosos o amenazados.
Del mismo modo, no existe un conjunto de signos y síntomas que indiquen que su cuerpo, mente o espíritu pueden estar sometidos a demasiada presión.
Cómo gestionar el estrés
Las investigaciones han llegado una y otra vez a la conclusión de que la gestión del estrés no depende de lo que pongamos en práctica externamente, sino de lo que consigamos internamente. Con este fin, he aquí algunas formas saludables de gestionar el estrés (sin ningún orden en particular):
Respiración profunda
Actividad y ejercicio
Salir al exterior
Desarrollar una afición
Alimentación sana
Pasar tiempo con una mascota
Atención plena y meditación
Dormir
Disminuir el tiempo dedicado a seguir las noticias
"Tenemos que ser mucho más conscientes de lo que consumimos en términos de información en esta cultura informativa digital, repetitiva y sobreestimulante", afirma el Dr. Gurmeet Kanwal, profesor clínico asociado de psiquiatría en Weill Cornell Medicine y psiquiatra adjunto en el NewYork-Presbyterian Hospital. "Apaga la tele. No permitas que todos los canales de noticias te envíen notificaciones en todos los dispositivos y escucha las noticias una o dos veces al día en lugar de todo el día. El agotamiento es la forma que tiene tu cerebro de protestar contra la injusticia y la brutalidad de demasiada información, demasiado estrés y demasiada repetición."
El estrés crónico es perjudicial
Los expertos coinciden en que, hasta cierto punto, es importante que a veces nos sintamos ansiosos, porque aumenta nuestro estado de alerta, nuestra conciencia, nuestra concentración y nuestro rendimiento. Sin embargo, el estrés a largo plazo (también llamado estrés crónico), que es el que sufren con más frecuencia los cuidadores familiares, no es saludable.
La característica más peligrosa del estrés crónico es que se produce durante un periodo tan prolongado que nos ajustamos y adaptamos a él, hasta el punto de no reconocer que estamos estresados.
Según la Asociación Americana de Psicología (APA), nuestro cuerpo puede soportar el estrés en pequeñas dosis. Sin embargo, si experimentamos estrés crónico, nuestro cuerpo responde negativamente. El estrés crónico afecta a varios sistemas corporales:
Cardiovascular
Endocrino
Reproductivo (macho y hembra)
Gastrointestinal
Musculoesquelético
Impacto
La salud mental puede influir positiva o negativamente en la salud física y contribuir a comportamientos poco saludables relacionados con un mayor riesgo de cardiopatías y accidentes cerebrovasculares. También es un factor impulsor de malos comportamientos sanitarios con graves consecuencias.
Fumar
Comer en exceso
Falta de actividad física
Dieta poco saludable
Sobrepeso u obesidad
No tomar los medicamentos según lo prescrito
Estrés del cuidador
Organizaciones como la Asociación Americana de Personas Jubiladas (AARP) y la Alianza de Cuidadores Familiares (FCA) llevan a cabo investigaciones periódicas sobre los cuidadores familiares que permiten conocer su situación psicosocial y socioeconómica, y descubren que están especialmente quemados, deprimidos y agobiados económicamente.
El 57% declara altos niveles de estrés, ansiedad y/o depresión.
Grandes estudios, que se remontan a principios de la década de 2000, revelan que entre el 29% y el 32% de los cuidadores se clasifican clínicamente como deprimidos y manifiestan un mal estado de salud. Esta cifra es cuatro veces superior a la media nacional entre los adultos.
Los autoinformes de los cuidadores sobre síntomas de depresión oscilan entre el 40 y el 70%.
8 de cada 10 cuidadores familiares que realizan tareas médicas o de enfermería afirman que controlar el dolor de su ser querido es estresante.
Los cuidadores gastan una media de 7.000 dólares (el 26% de sus ingresos) en gastos directos relacionados con el cuidado. Esta cifra se acerca a los 9.000 dólares en el caso de quienes cuidan de una persona con demencia.
Casi la mitad (47%) de los cuidadores experimentan al menos un contratiempo económico como consecuencia de la prestación de cuidados, y más de la mitad (53%) experimentan al menos un impacto relacionado con el trabajo.
El 67% de los cuidadores ha hecho al menos un sacrificio personal debido al coste de los cuidados (viajes o vacaciones, comer fuera, ir al médico, hacer la compra).
Dato curioso
Hans Selye publicó su trabajo sobre el "síndrome general de adaptación", o como lo conocemos hoy "estrés biológico", en la revista Naturaleza en 1936, y tras 40 años de estudio (en 1976), introdujo dos categorizaciones del estrés - socorro (estrés malo o perjudicial) y eustress (estrés bueno o beneficioso). Hoy en día, los profesionales sanitarios siguen basándose en estos conceptos.
También existe un tercer tipo de estrés (o falta de estrés) que a menudo se pasa por alto y que se denomina estrésque significa "estrés inadecuado", lo que indica que alguien no se enfrenta a suficientes retos. Aunque esto pueda parecer ideal, puede provocar sentimientos de aburrimiento (falta de estímulos) o estancamiento, lo que puede resultar estresante para quienes disfrutan experimentando logros.