Cuando la calidad de vida de su ser querido se resiente debido al dolor de cadera y a una función limitada, puede haber llegado el momento de realizar una artroplastia (sustitución) de cadera. Entre los signos de deterioro de la calidad de vida se incluyen los siguientes:
Incapacidad para conciliar un sueño reparador debido al dolor
Dificultad para realizar tareas sencillas como vestirse o subir escaleras.
Dolor de espalda persistente sin explicación
Incapacidad para participar en las actividades que les gustan
Al principio, el médico puede recomendar otros tratamientos, como medicamentos para el dolor o la inflamación, ayudas para caminar, inyecciones en la articulación y fisioterapia. Si estas medidas no alivian los problemas, puede ser necesaria una operación de prótesis de cadera para restablecer la función y mejorar la calidad de vida.
Indicaciones de la artroplastia (sustitución) de cadera
Esta intervención suele realizarse en adultos después de que otros tratamientos hayan fracasado. Una prótesis de cadera puede ser necesaria debido a:
Osteoartritis: comúnmente conocida como artritis por desgaste, la osteoartritis daña el cartílago resbaladizo que recubre los extremos de los huesos y ayuda a que las articulaciones se muevan con suavidad.
Artritis inflamatoria (artritis reumatoide, artritis psoriásica): causada por un sistema inmunitario hiperactivo, la artritis inflamatoria erosiona el cartílago y, en ocasiones, el hueso subyacente, lo que da lugar a articulaciones dañadas y deformadas.
Lesiones, como fractura de cadera o luxación por caída
Enfermedad degenerativa
Displasia del desarrollo de la cadera
Una lesión que no se curó bien
Osteonecrosis (necrosis avascular): cuando no hay suficiente riego sanguíneo en la parte esférica de la articulación de la cadera, como puede ocurrir en caso de luxación o fractura, el hueso se colapsa y se deforma.
Tumor en la articulación de la cadera
Trastornos infantiles (congénitos) de la cadera
¿Por qué una artroplastia (sustitución) de cadera?
El objetivo principal de cualquier tratamiento ortopédico es aliviar el dolor y restablecer la funcionalidad, para que la persona vuelva a llevar un estilo de vida activo. Los tratamientos no quirúrgicos pueden lograr los resultados deseados, aunque el médico recomendará la cirugía cuando se hayan agotado otros métodos menos invasivos (medicamentos, inyecciones, fisioterapia, pérdida de peso y dispositivos de asistencia).
La artroplastia de cadera suele estar indicada en casos de daño o enfermedad graves de la cadera, en los que las demás opciones de tratamiento no han conseguido aliviar el dolor ni restablecer la función.
La edad, los antecedentes de salud, otras afecciones médicas y el estado de la propia articulación de la cadera también influyen en la conveniencia de la artroplastia de cadera.