La rodilla es la articulación más grande del cuerpo y para realizar la mayoría de las actividades cotidianas es necesario tener las rodillas sanas. En una rodilla sana, las estructuras de la rodilla (huesos, ligamentos, cartílagos, etc.) trabajan conjuntamente para garantizar una función y un movimiento suaves y naturales.
Normalmente, todos estos componentes funcionan en armonía, pero una enfermedad o lesión puede alterar esta armonía, provocando dolor, debilidad muscular y reducción de la función.
Su ser querido puede necesitar una artroplastia (sustitución) de rodilla si ésta le causa un gran dolor y limita su vida diaria. Por ejemplo, si a su ser querido le duele tanto la rodilla que no puede dormir. Le resulta difícil bañarse, limpiar, ir al buzón o comprar en el supermercado. Si su rodilla se está deteriorando y debilitando y los métodos menos invasivos (medicamentos, ayudas para caminar, fisioterapia, etc.) no dan resultado, es muy probable que necesite una prótesis de rodilla.
Síntomas de una rodilla dañada
Los siguientes síntomas pueden indicar la necesidad de una artroplastia (sustitución) de rodilla y pueden resolverse sometiéndose a una (la lista no es exhaustiva).
Dolor en el lateral de la rodilla o bajo la rótula
Dolor que no ha mejorado con otros tratamientos (fisioterapia, medicamentos, ayudas para caminar).
Dolor con la actividad, aunque también en reposo
Sueño interrumpido continuamente
Dolor que empeora al poner peso sobre el lado afectado, incluso con un bastón o andador.
Dolor persistente, empeoramiento del dolor o nuevo dolor agravado, a pesar de la medicación.
Rigidez/presión de la rodilla que limita la amplitud de movimiento o la movilidad.
La rodilla "cede" (se debilita repentinamente) al caminar o durante la actividad.
Dificultad para caminar más de unas pocas manzanas sin dolor significativo y necesidad de utilizar un bastón o andador.
Limita la capacidad para subir o bajar escaleras, o incluso para levantarse de una posición sentada.
El dolor o la pérdida de funcionalidad limitan o impiden realizar actividades normales, como bañarse, preparar comidas, realizar tareas domésticas y caminar.
Dificultad para ponerse los zapatos y los calcetines
Indicaciones para la artroplastia (sustitución) de rodilla
Artroplastia total de rodilla (ATR) suele realizarse en personas de entre 50 y 80 años, pero también puede darse en personas más jóvenes. Antes de plantearse una operación de prótesis de rodilla, se prueban varias intervenciones menos invasivas. El médico de atención primaria puede ofrecer medicamentos, inyecciones en la rodilla, recomendar ejercicios, modificar la actividad, perder peso o utilizar un andador.
La decisión de someterse a una artroplastia total de rodilla es una cuestión de calidad de vida. Normalmente, las personas se plantean someterse a una intervención quirúrgica cuando se encuentran evitando actividades como caminar, ir de compras o pasatiempos recreativos razonables debido al dolor de rodilla.
Esta intervención quirúrgica suele practicarse en personas de mediana edad y mayores después de que otros tratamientos hayan fracasado. Una prótesis de rodilla puede ser necesaria debido a:
Osteoartritis: comúnmente conocida como artritis por desgaste, la osteoartritis daña el cartílago resbaladizo que recubre los extremos de los huesos y ayuda a que las articulaciones se muevan con suavidad, y la rodilla puede "ceder" (debilitarse repentinamente) porque la articulación no es estable.
Artritis inflamatoria (artritis reumatoide, artritis psoriásica): causada por un sistema inmunitario hiperactivo, la artritis inflamatoria erosiona el cartílago y, en ocasiones, el hueso subyacente, lo que da lugar a articulaciones dañadas y deformadas.
Artritis postraumática: tras lesiones graves de rodilla, como fracturas de los huesos que rodean la rodilla o desgarros de los ligamentos y tendones de la rodilla que dañan el cartílago con el tiempo, provocando dolor de rodilla y limitación de la función.
Una rodilla gravemente dañada por una inflamación articular o una lesión
Enfermedad degenerativa
Osteonecrosis (necrosis avascular): cuando no hay suficiente riego sanguíneo en la articulación de la rodilla y las estructuras asociadas.
Tumor en la articulación de la rodilla
Deformidad de la rodilla: arqueamiento hacia dentro o hacia fuera de la rodilla.
Trastornos infantiles (congénitos) de rodilla
Dado que todas las cirugías entrañan riesgos y que las prótesis pueden fallar con el paso del tiempo, el cirujano puede recomendar retrasar la artroplastia de rodilla hasta que se presenten síntomas más graves.
Contraindicaciones - Quién no debe operarse de la rodilla
Hable con los profesionales sanitarios de su ser querido sobre los problemas que pueden descalificarle para someterse a una artroplastia (sustitución) de rodilla. La artroplastia de rodilla no es para todo el mundo. Aunque una persona tenga dolor y no pueda mover la rodilla tan bien como cabría esperar, no se la considera automáticamente para una artroplastia de rodilla. Su ser querido puede ser inelegibles si lo han hecho:
Problemas médicos graves, como enfermedad cardiaca, pulmonar, hepática o renal en fase terminal, anemia, infarto de miocardio reciente, angina inestable, osteoporosis avanzada, etc.
Una infección activa
Debilidad muscular irreversible o permanente, con o sin afectación nerviosa
Paraplejia o tetraplejia
Obesidad mórbida grave (más de 45 kilos por encima del peso ideal o IMC superior a 40)*.
*Esto lo determina exclusivamente el cirujano ortopédico y puede no ser una contraindicación para la cirugía de prótesis de rodilla.
Tomar la decisión
La decisión de someterse a una artroplastia total de rodilla (sustitución) debe ser fruto de la cooperación entre usted, su ser querido, su médico de atención primaria y el cirujano ortopédico. El médico de atención primaria remitirá a su ser querido a un cirujano ortopédico para que le realice una evaluación exhaustiva y determine si puede beneficiarse de esta intervención quirúrgica.
El cirujano ortopédico revisará los resultados de la evaluación y analizará si la artroplastia total de rodilla es el mejor método para aliviar el dolor y mejorar la función. También se pueden considerar y discutir otras opciones de tratamiento, como medicamentos, inyecciones, fisioterapia, ayudas para caminar, pérdida de peso u otros tipos de cirugía.
El cirujano ortopédico le explicará los posibles riesgos y complicaciones de la artroplastia total de rodilla, incluidos los relacionados con la cirugía en sí y los que pueden producirse con el tiempo tras la intervención.
Expectativas realistas
Un factor importante a la hora de decidir si someterse a una artroplastia total de rodilla (sustitución) es comprender qué puede y qué no puede hacer la intervención.
La mayoría de las personas que se someten a una operación de prótesis total de rodilla experimentan una reducción drástica del dolor de rodilla y una mejora significativa de la capacidad para realizar las actividades cotidianas. A menudo incluso pueden volver a llevar un estilo de vida activo y a realizar las actividades recreativas que les gustan. Pero la artroplastia total de rodilla no permite a una persona hacer más cosas de las que podía hacer antes de padecer artritis. Una prótesis de rodilla no proporciona a la persona una rodilla biónica con un rendimiento mejorado.
Con el uso y la actividad normales, todo implante de prótesis de rodilla empieza a desgastarse en su espaciador de plástico. Las enfermedades crónicas, la actividad excesiva o el aumento de peso pueden acelerar el desgaste e incluso hacer que la prótesis de rodilla se afloje y duela. Por lo tanto, la mayoría de los cirujanos desaconsejan las actividades de alto impacto, como correr, trotar, saltar u otros deportes de alto impacto (durante el resto de la vida de la persona).
Entre las actividades realistas tras una artroplastia total de rodilla se incluyen caminar sin límites, nadar, jugar al golf, conducir, hacer senderismo ligero, montar en bicicleta, bailes de salón y otros deportes y actividades de bajo impacto.
Con una modificación adecuada de la actividad, las prótesis de rodilla pueden durar muchos años y devolver la calidad de vida.